Es la consagración del fútbol espectáculo, de toque. De la cimentación del Ballet Azul y su estilo vistoso y ofensivo que entró en la leyenda de la mano de un estratega que es un mito en Emelec: el argentino Fernando Paternoster.
Bajo su batuta, la magia salía de los botines del genial Jorge Bolaños. También hacían magia dos volantes de alta calidad técnica: Carlos Pineda y Henry Cachito Magri. Los millonarios formaron un equipo invencible que se coronó invicto el 26 de diciembre de 1965, en el estadio Modelo al vencer 2-0 a Liga de Quito con tantos del paraguayo Avelino Guillén y Juan Moscol. Otra vez, los clubes de una misma asociación no se enfrentaron entre sí. En una extraña definición de gol diferencia, 9 de Octubre obtuvo el vicecampeonato.
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